Lugares de interés

El Castillo

El castillo de Peñíscola (o Castillo de Papa Luna) se puede visitar pagando el precio de una entrada.

En cuanto a la historia del castillo, véase Peñíscola: una historia. Para más información práctica (tarifas, horarios de apertura, etc., en español), visita http://castillodepeniscola.dipcas.es/

Hay varias exposiciones dispersadas por el castillo relacionadas con la historia del castillo y de la ciudad. El antiguo puesto avanzado de cañones se ha convertido en un bonito jardín con unas vistas espectaculares llamado Parque de Artillería.

El sitio también alberga una basílica y un faro del siglo XIX en la Plaza del Faro, que tiene las mejores vistas del castillo. Las vistas más espectaculares de los alrededores están en la azotea del castillo.

La sala más grande del castillo, situada en la planta baja del palacio papal, debió de haber sido el dormitorio de Pedro de Luna.

De Luna también disponía de una vasta biblioteca, una de las mejores de su época, distribuida por varias habitaciones. Puede que su biblioteca fuera su posesión más preciada. Recopilaba obras de todo tipo de disciplinas: arte, poesía, historia, matemáticas, arquitectura, astronomía, ciencias naturales, astrología, magia, etc. Nada escapaba a su curiosidad y sed de conocimiento. La biblioteca también fue una fuente de sufrimiento en sus últimos días. Viéndose afectado por la pobreza, no le quedó más remedio que vender muchos de sus libros para pagar los gastos del castillo. A pesar de las dificultades, Benedicto XIII es conocido por ser un escritor prolífico. Escribió bulas pontificias (unas 25.000; documentos papales que incluían una bula o sello), correspondencia, sermones, polémicas, textos sobre leyes y estudios eclesiásticos, etc.

Hay un anexo donde se encontraba el lugar de trabajo de Luna y donde recibía a sus emisarios. El salón del trono, también conocido como la habitación de los comandantes, era utilizado por los templarios y la curia papal para celebrar recepciones, audiciones y rituales.

La iglesia, que era la capilla de los Caballeros Templarios, se convirtió en basílica papal.

Pedro de Luna fue enterrado aquí entre 1423 y 1430, hasta que algunos parientes quisieron rendirle homenaje y trasladaron su cuerpo al palacio de Illueca (cerca de Zaragoza), donde nació.

Además, puedes visitar la Salón del Cónclave, los gigantescos cuerpos de guardia abovedados, el pasadizo, los establos, etc.

Las playas del norte y el sur

Peñíscola tiene bandera azul internacional (por su limpieza, higiene, instalaciones, etc.) y cuenta con un paseo marítimo de palmeras alineadas y una infinidad de tiendas, restaurantes, puestos de helados, bares, hoteles, etc. Por la noche, todo tipo de artistas, pintores y payasos entretienen al público y a lo largo del paseo puedes comprar productos hechos a mano.

La ciudad tiene playa al norte y al sur del castillo. Las playas son buenas, con arena fina blanquecina-dorada y unas impresionantes cuevas dispersadas a lo largo del litoral.

La playa norte suele estar más masificada, es más larga y tiende a estar menos llena a medida que te alejas.

Situada cerca del puerto, la playa sur es más pequeña, también con arena fina y con algo más de piedras en el sur, donde puedes descubrir pequeñas y tranquilas cuevas y calas. Si buscas un lugar donde relajarte y tomar algo, los restaurantes que hay junto a la playa sur ofrecen unas vistas geniales al muelle con el encanto de las barcas que llegan al puerto. ¡También puedes disfrutar de estas vistas desde tu terraza en uno de nuestros apartamentos: Calypso Azahar!

Parque Natural de la Sierra de Irta

El Parque Natural de la Sierra de Irta (valenciano: Parc Natural de la Serra d’Irta)

La opción perfecta para escapar de las multitudes del verano es buscar la soledad en la Sierra de Irta, una cordillera de 18,8 km de largo que va hacia el sur desde Peñíscola.

Es mejor explorar el parque natural y la zona protegida a pie o en bicicleta de montaña. Pide un mapa del camino en la oficina de turismo. También hay señales a lo largo de la ruta.

El parque cuenta con unos senderos y puntos de observación espectaculares, cuevas románticas, vistas sensacionales (incluyendo las vistas hacia Peñíscola). La combinación montaña-mar lo hace todo más fantástico. Las cuevas, para nadar y bucear, son cautivadoras. La primavera es la mejor estación para ver flores salvajes. En algunas de las laderas inferiores que dan al interior hay plantados olivos, almendros y algarrobos.

Justo fuera del parque hay dos impresionantes castillos de épocas islámicas: Alcalà de Xivert y Santa Magdalena de Polpís (siglo XI). Dentro del parque, se encuentran las torres de guardia de la misma época. La más importante es la Torre Badum, que fue utilizada por los musulmanes para avisar a los comandantes de la ciudadela de la llegada de tropas enemigas mediante señales de humo.

El museo marítimo

También situado en la ciudadela, puedes pagar para visitar el Museo del Mar.

Puedes explorar la rica historia marítima de la ciudad, desde la navegación marítima hasta la industria pesquera, y la fauna y la flora submarina del área. El museo exhibe varios hallazgos arqueológicos, incluyendo anclas antiguas y viejos cascos de buceo de  bronce. También dispone de varios acuarios llenos de especies submarinas locales.

Fiestas Patronales de Peñíscola

Como en cualquier otro pueblo o ciudad de España, todos los años Peñíscola conmemora su santo patrón. Alrededor de la segunda semana de septiembre, Peñíscola homenajea la Virgen de la Ermitana (la Mare de Déu de l’Ermitana). La Ermitana (capilla remota o ermita) simboliza el pasado de Peñíscola.

Peñíscola disfruta de una semana entera de fiestas, con bailes antiguos tradicionales que evocan las tradiciones agrícolas y guerreras de la ciudad. Hay fuegos artificiales, conciertos, concursos, corridas de toros jóvenes, entretenimiento en las calles con bandas de charanga, diferentes rituales, etc. Durante los últimos días de las fiestas, tienen lugar las coloridas procesiones de “Moros y cristianos”. El espectáculo termina con un castell, una torre humana.